La razón, ni me falta, ni me asiste.


Escribo para saber lo que pienso.


............................- DaCoX -..........................

martes, 7 de mayo de 2013

Redención (parte 1)



Cae la noche una vez más. Pero, esta vez, con ella llega todo un ejército de etéreos navegantes. Una vez en sus posiciones, comienzan a tirar el botín recogido por la borda. Los que no están de acuerdo, inician un ataque aliado. Desde abajo se escuchan los cañonazos entre la propia bruma.

...

Tráfico, mucho tráfico. Coches forrados por el agua inmersos en un gris paisaje. Gente que se dirige a todas partes, ¿vienen o van?...

Sorprende tanto ajetreo a medianoche, y más aun, en una tan triste. En el cielo no brilla ni una sola estrella, está encapotado por densas nubes.

De repente, el tiempo se detiene. La luna brilla a través de las nubes. Su intensidad rompe toda barrera e ilumina una ciudad que comienza a despertar en plena noche.

Tras un fuerte estruendo de las nubes, se produce un fugaz silencio que estalla en un conjunto y simultaneo grito de euforia.

...

Ha llegado. Hoy es el día...

...

La metrópoli es asaltada por cada una de sus arterias. Se abarrota hasta el último rincón. La vida se detiene, en las calles la gente no hace otra cosa que saltar y abrazarse de alegría.

Los gritos bloquean cualquier sonido que pudiera producirse. El ruido de la muchedumbre llega a ridiculizar los duros azotes de las nubes. Los truenos ya no se pueden oír, y los relámpagos simplemente parecen inmortalizar el momento que allí abajo se vive.

...

La naturaleza enfurece y las nubes se golpean con rabia. Truena y retruena. Pese a ser ensordecedor, lo que abajo se vive es aún más asombroso.
El agua cae cada vez con más fuerza y la cantidad caída cubre ya a un palmo del suelo.

La luna también realiza su labor con más esmero. Su luz reflejada en la cortina de agua, casi impide mantener los ojos abiertos.

...

Solo un hombre parece mantener la cordura. Camina impasible entre la eufórica multitud.

Nadie le atiende, pese a ser el único que parece ajeno a lo que parece suceder.

Es el único, que cierra los ojos por el cegador reflejo de la luna que rebota en el incesante desangrar de las nubes.

Es el único, que siente la humedad que le cala los huesos.

Es el único, al que los oídos le dicen basta.

Es el único, que parece preocupado por el nivel del agua.

Pese a todo esto, posee una pasmosa tranquilidad. Saca un mechero, y en medio de tanto surrealismo, se enciende un cigarro. Fuma y continúa caminando.

Tras unos minutos, se detiene. Mira hacia el suelo. Mete la mano en el interior de su gabardina, y de su pecho saca un arma...

La mira, mira al cielo, y dispara...

Los más cercanos a él, callan al fin. Inmóviles le observan.

El silencio y el asombro se contagian. En pocos segundos su alrededor se silencia. Ahora tan solo se oyen algunos murmullos en la lejanía.

Con un segundo disparo, la avenida queda silenciada por completo.

Todos le miran...

...

Las nubes reciben el balazo que ascendía por el aire. Dejan de pelear...

Y la segunda bala, parece taponar la fuga que estaba empapando la ciudad.

Un solo hombre es ahora el centro de atención de todo lo que le rodea. Hasta la luna, acobardada, ha dejado de brillar.

...

Continuará...

No hay comentarios: