Inseguridad divagante

La soledad de la noche es mi única compañía. Me encanta estar a solas con ella, lo que no soporto es tener que aguantarme a mí mismo mientras intento conversar con ella.

Me recuerdo que mi alegría no es sino la tristeza de búsqueda de cobijo lejos de la noche. La oscuridad es el alivio de los que son incapaces de enfrentarse a la luz de una vida sin reparos.

Las noches te protegen, pero también te recuerdan constantemente de qué te protegen, y eso te hace vulnerable a tus propios pensamientos de desamparo. El verdadero cobijo, la verdadera paz, es la que se consigue caminando a plena luz del día mirando a todos lados sin preocuparte por ninguno de ellos.

Aunque no nos olvidemos de que a veces es necesario, si no obligatorio, cerrar los ojos y buscar en el interior, en nuestro propio cara a cara, las respuestas a las preguntas que el mundo y la vida nos plantea. Plantarle cara a la oscuridad y ser humo en la niebla.

.

En lucha interna,
DaCoX