23:33:23

Esta misma noche, mientras desgastaba mi vista mirando a la pantalla de mi ordenador, sin ver nada, me ha venido una reflexión, seguida de una idea, a la cabeza.

La reflexión era la siguiente: yo creo que mi decisión de cambiarme de carrera es correcta, pero, ¿lo será realmente?. Es lo que quiero y ya nada (o eso espero) me hará cambiar de opinión, pero en este tipo de cosas siempre se tiene alguna que otra duda.

Yo ya he tomado mi decisión y estoy seguro de ello. Pero me he dicho: vamos a ver que me dice el azar (o más bien el destino). Y entonces, he tomado la baraja de cartas y he dicho: allá vamos.

Un paréntesis.
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El número 23 es considerado un numero enigmático, muchos extraños fenómenos tanto matemáticos como reales están relacionados con este numero. Si os fijáis lo encontrareis sin quererlo en muchas partes. A mi, desde que mi fiel amigo Wacky (más sobre este número) me contó todo lo relacionado con este numero y como comenzó a aparecer constantemente en su vida, me ha sucedido lo mismo.

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Continúo.

Curiosamente, tras volver de mi viaje entre pensamientos, miré la hora y eran las 23:23. Casualidad, supuse.

Inventé unas pausas a seguir para comprobar, con las cartas, si mi decisión de cambiar de vida era correcta.

Mi objetivo era sacar un as. Esto indicaría que mi decisión es la acertada.

Esperé hasta las 23:30 para barajar las cartas. Y como el número de mi nacimiento, a la vez que mi favorito, es el 3; pues me dije, barajaré durante 3 minutos.

Tras barajar serían las 23:33, así que perfecto, 33 mi número favorito por partida doble.

Mientras barajaba me dije: cuando acabe de barajar a las 23:33 retiraré las tres primeras cartas y a las 23:33:23 levantaré la tercera carta y habrá de ser un as.

A esa hora, las 23:33:23, levanté la carta antes de que ese enigmático segundo pasara. ¿Y qué creéis que encontré? No, no era un as... tan solo se trataba de un insignificante 4 de tréboles.

Entonces pensé: si todo a comenzado con el 23, habrá de acabar con el 23. Así que me dispuse a buscar la carta número 23 en mi baraja barajada durante 3 minutos a las 23 y media de la noche. La encontré. Allí la tenía, en mi mano, esperando ser descubierta.

Cierto es que la carta que primero fue descubierta y además entre veintitreses (23:33:23), fue la numero 3. Pero el destino, a veces es engañino y traicionero; y me la quiso colar.

Tras mirar la parte trasera de la carta durante unos segundos, un extraño sentimiento de asombro me invadió al descubrir la carta. ERA EL AS DE DIAMANTES!. No me lo podía creer...

Lo más asombroso de todo esto, es que la idea de hacer esta “estupidez” me vino a las 23:23 y además baraje a conciencia durante 3 minutos, ni un segundo más. Si lo hubiera hecho el resultado sería muy distinto.

Y aunque todo esto del azar o destino parezca una estupidez, ¿cuál es la probabilidad matemática de sacar un as en la posición que uno quiera (en este caso la 3 y la 23) entre 52 cartas?. No creo que sea muy alta la verdad (no tengo ganas de calcularlo xD).

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Otras cosas curiosas son:

(Mis cartas: 4 de tréboles y As de diamantes).

-la carta inicial que me salió fue un 4, si le restamos el as (1) el resultado es 3.

-las cartas sumadas suman 5 (4+1), 52(total de cartas) – 5 = 47 , 47 / 2 (número de cartas que levanté) = 23.5 (el número mágico seguido de la suma de mis cartas).

-el número de ases en la baraja son 4 (4 también es mi carta)

-si restamos los ases a la baraja, nos quedamos con 48 cartas, entre dos oportunidades 24 menos una carta (el 4 de tréboles) = 23.

-En la hora 23:33:23, hay 4 treses y 2 veintitreses.

-los tréboles tienen 3 hojas, y algunos más inusuales 4 (¿casualidad?)

-Los diamantes tienen 4 lados o puntas (por no hablar de la carta misma).

-El 2, el 3 y el 23 son números primos. Y además 2 y 3, 23.

-La A boca abajo es un V (de Valencia) y el 4 mirando a la derecha una P (de psicología).

-Etc...(no tengo más ganas de pensar pero seguro que hay muchos más)
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Todo esto puede parecer una chorrada, pero todos mis actos han sido realizados con premeditación. Las pautas las he elegido yo, basándome en el enigmático número del planeta, el 23; y en el número de mi vida, el 3. Necesitando además dos intentos, haciéndome así con dos cartas (2 y 3, 23).Y de manera inexplicable ha resultado dar el resultado esperado, descubrir un as. Esto es lo que hace que me haya impactado tanto. Aun estoy flipando...

Cuidado, los números nos rodean, nos vigilan y dictan nuestros movimientos...

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Desde mi asombro,
DaCoX