Ladrón sigiloso

La memoria se resiente, ya no es la misma y, lamentablemente, nunca lo volverá a ser. Gota a gota se corre la tinta; gota a gota el papel se deshace; gota a gota te quedas sin páginas, y tu pluma se tambalea.

Páginas en blanco que jamás podrán ser rescritas. Tu humilde diario, el diario de tu vida, chorreante desaparece.

Tu cabeza se inunda, arrasando con todo en su interior. Mientras tanto, tu cuerpo se inunda de un placer momentáneo. Es subsanable ,sí, pero tus sentidos te impiden enmendarte. Es difícil controlarlos, ya lo creo, pero ahí mora la diferencia. En el control.

Tú, te dejas llevar, te dejas influenciar, cuan maravilloso es... ¿En que desembocarán tan placenteros acontecimientos?... En un inevitable suicido cognoscitivo, reminiscente y retentivo.

Algo es diferente, algo cambia. Lo notas y lo dejas pasar. Te matas poco a poco y disfrutas con ello.

Pero, claro, la recompensa merece la pena... ¿lo merece?... ¿cuál es?...ah si, ese desfase sensorial tan maravilloso, tan divertido, del que algún día, sin duda, te cansarás.

El nunca te ha necesitado, pero tú, aún así, le sigues necesitando. Él se muestra indiferente, tú dependiente.

Amas el dolor, amas la autodestrucción y paradójicamente te amas a ti mismo. Te dejaste guiar y ahora, convertido en tu propio guía, no sabes donde estás; mucho menos dónde ir.

Te sientes liberado, eres quien siempre quisiste ser y pagas inconscientemente un precio que no tiene precio.

Borras una parte de ti a cambio de una parte de otro, parte que no vale nada.

Miras atrás y no sabes quién eres; miras adelante y no sabes quién serás; miras abajo y tan sólo ves tus pies; miras arriba y te mareas, abrumado por tus propias preguntas; y a tus lados, silencio...estás solo...solo y confuso.

¿Quién eres tú para arrebatarte la infancia de esa manera? Matar a tu crío interior, asesinar tan inocentes recuerdos.

Tu pelo crece mientras tus ideas decrecen. Tu ego aumenta mientras tu cerebro encoge. Tu cuerpo disfruta mientras tus órganos se resienten. Crees liberar tu alma cuando lo que haces es condenarla.

Sabes que no debiste, pero continúas.

...

Sustancia exprimidora de cerebros. Me robas lo que más aprecio, lo que más valoro... mis recuerdos.

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Ni una página en blanco más,
DaCoX