De paso. Cap.2:"Liberación"

Tras el amanecer de una recia mañana de otoño, el pueblo se levanta alborotado.

Los que nunca se acostumbraron pero siempre se sorprendían al ver al extraño hombre de misteriosa mirada, esta vez quedaron mucho más asombrados. Él no estaba. Sus pasos ya no se sentían. Su estela había desaparecido.

Era como si un día, sin más, el sol no hubiera salido a hacer su recorrido diario. Esto dió que pensar a las gentes del lugar.

Algunos se cargaron de valor y fueron hasta el lugar donde sabían vivía, pero al que nunca se atrevieron a acercarse. Al abrir la puerta, la cual no poseía ningún tipo de seguridad, lo encontraron. Allí yacía, tumbado boca abajo, inerte. Su sosiego era perturbador. Nadie quiso tocarlo. Tan solo el párroco, que allí se encontraba, giró su cuerpo sin vida y todos se estremecieron. En su rostro se reflejaba una vida jamás vista cuando aún corría aire por sus pulmones y jamás vista en un cadáver. Parecía que había comenzado a vivir, parecía haber abandonado todo tipo de sufrimiento. Su alma había conseguido escapar, era libre...

Más tarde, después del revuelo, analizaron el triste lugar en el que yacía y en el que había vivido. Era paupérrimo en todos los sentidos, apenas poseía un desplumado colchón, un armario con un par de desgastadas vestimentas y una mesilla con un único cajón en el que se encontraba la sagrada Biblia.

Su estado era precario, no comía, apenas bebía, era como si desease ver su nombre en la lista que cada mañana iba a observar con pasmosa atención como si su único deseo fuera aparecer en ella. Y ahora que en ella se encontraba, no podía dirigirse a contemplar su deseo hecho realidad. Quién miraría ahora la hoja de las esquelas con tanto interés, quien rezaría por las almas que necesitaban salvación, quien rezaría por él...

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Dedicado a: Mi tío Agustín, un gran tipo, que me ha inspirado para crear esta historia.

Inspiración: Uno que va todas las mañanas a mirar la hoja de las esquelas, hasta que un día no aparece. Y la gente del pueblo dice: Mira éste, hoy que está en la hoja no viene.

Otra frase memorable: No sé que pasa, que últimamente se están muriendo los que nunca se habían muerto.

DaCoX