La razón, ni me falta, ni me asiste.


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............................- DaCoX -..........................

miércoles, 23 de abril de 2008

Invasión kebabina

Hace no demasiados años llegó a nuestro país algo que cambiaría por completo el comportamiento de sus habitantes.

España era un lugar apacible en el que la gente vivía tranquilamente sin tentación alguna. Las noches concluían sin más, la gente acaba su fiesta, comía o no algo para cerrar la noche, y se dirigía a casa a dormir pensando en todo lo ocurrido esa noche.

Pero entonces llegaron ellos y lo cambiaron todo. No hay calle que se salve y cada vez va a más. Puedes intentar ignorarlos pero, sin duda, acabarás cayendo. Es demasiada la tentación, cuando no tienes a algún amigo que te ofrece, te llega su irresistible olor de jugosa carne en su punto.

Sí, hablo de los kebabs. Y es que han cambiado nuestra sociedad, nuestras costumbres. No hay pueblo o ciudad que se salve, todos poseen algún lugar donde cocinan estas delicias nocturnas. Y es que estos lugares no cierran hasta el amanecer, su verdadero negocio comienza de madrugada.

Y es que a altas horas de la madrugada nos ataca el gusanote, más aun si hemos bebido mucho, y es imposible ignorarlo. Es entonces cuando te entran unas ganas enormes de hincarle el diente a un delicioso kebab.

El peligro de los kebabs es que aunque no vayas a comer o no vayas directamente a por uno, vas andando por la calle y allí lo ves mientras su olor te invade. Te quedas, inevitablemente, hipnotizado viéndolo girar sudorosamente, la boca se te abre inconscientemente. Ni siquiera el aspecto sucio y poco higiénico del moro que los corta, con su extraño artilugio procedente del lejano occidente, evita que caigas en la tentación.

Te diriges hambriento y de manera automática hasta el mostrador y sueltas la famosa frase, pese a que en establecimiento no venden otra cosa, “¡un kebab!”. Te quedas, de nuevo, hipnotizado siguiendo el movimiento de la máquina cortadora viendo como cae el que pronto será tu kebab.

Llega el momento, el moro te lo da amablemente, o no, y una inexplicable felicidad invade tu cuerpo. Ya tienes lo que tanto ansiabas, ya tienes lo que te faltaba para acabar la noche.

Sacias tu apetito, saboreándolo de manera casi orgásmica, y te diriges hacia casa pensando en lo bueno que estaba tu kebab. Abres la puerta de casa y te acuestas. Pero ya no duermes pensando en la noche que has pasado de desfase con los colegas, ni en la chica que hoy por fin se ha fijado en ti; sino en ese kebab que aun sientes en tu estómago y que te ha hecho tan feliz.

Toda noche es buena si acaba así.

Pero ¡ojo!, esto últimamente está rozando los límites de la adicción. Ya se empieza a hablar de kebadependencia. Muchos no pueden ni esperar que acabe la noche para comerse su kebab, su cuerpo se lo pide.

Así que ya sabéis, disfrutar, comer kebabs pero con moderación o arruinaran tu vida. Te verás gordo, sin dinero y sin amigos.

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Nota: el acabar la noche sin dinero para poder comprar un kebab puede afectar gravemente al estado anímico de la persona y a su salud. Por no hablar de los daños colaterales que pueden sufrir los que le rodean en ese momento a causa de la ira.

Kebab en mano,
DaCoX

4 comentarios:

peñal#12 dijo...

yo digo que si, que lo del kebab está muy bien, pero si estas con una chavala que está cañón, no le vas a decir...oye espera que me como un kebab y ahora nos vamos a la cama, ok?.
¿te lo imaginas?
yo soy la tía y te mando a tomar por culo a tí y a tu kebab.

y la pregunta es.....¿cambiariais un buen polvo por un kebab?

dew

DaCoX dijo...

Alaaaaaa el exageraoooo.
Como te pasas macho, no es comparable ni mucho menos.
Pero ya que vuelves a casa de vacío y te has quedado con las ganas pos te consuelas con un kebab aunque, evidentemente, no es lo mismo. Pero como la cosa está mu mala pa pillar pues la demanda de kebabs aumenta jajajaja.

Enga tio bss,
DaCoX

peñal#12 dijo...

jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaae

Miguel V.G. dijo...

el kebab del k no sa comio una mierda jajajjaaj

k malacosutmbraos tamos a esos, pero k bien saben joder...

jaaaaaaeee